El juez que trae la salvación
Se equivoca quien piensa que la fe
en Dios es un seguro que garantiza una vida sin dificultades y sufrimiento. Se
está en un error si se piensa que Dios nos libra de tener que correr los
riesgos que trae la vida.
Dios cuida de nosotros y nos ayuda. Pero no suplanta nuestra
libertad ni elimina los problemas que conlleva tener que decidir para construir
nuestra vida y nuestra persona.
En el evangelio de este domingo Jesús nos
habla de un juez, que ante la insistencia de una mujer, acaba haciendo
justicia. El juez es la imagen a la que Jesús recurre para presentar el modo que
tiene Dios de relacionarse con nosotros. Los jueces no impiden que en la
sociedad haya problemas y dificultades. Pero corrigen desigualdades y restauran
el orden correcto de las cosas. En la Biblia repetidamente se presenta a Dios
como juez. En la historia de Israel hubo un momento en el que los jueces eran
personajes que hacían algo más que dictar sentencias. Eran los que conducían al
pueblo en la dirección correcta. Y eran los que, enviados por Dios, procuraban
la liberación cuando Israel, por su infidelidad, había caído en la opresión de
otros pueblos. Los jueces son en la Biblia los portadores de la salvación y de
la liberación que viene de Dios.
Jesús, al presentarnos a Dios como
un juez, pretende recordarnos que Él es el que orienta nuestra vida. No puede
evitar que corramos peligros, pues es el precio de la libertad. Pero es
el que viene a levantarnos cuando estamos caídos. Y es el que nos ilumina y nos
da fuerzas para que salgamos airosos.
Jesús nos dice que Dios nos ayuda
siempre, y por tanto en Israel acontecerá de nuevo la salvación. Pero
para que esto pueda suceder en toda su extensión es preciso que el ser humano
lo espere y lo acoja. Y esa es la segunda parte del mensaje que Jesús quiere
transmitir. La mujer que insiste al juez para que restablezca justicia, es la
imagen del verdadero Israel que confía, se abre a la ayuda de Dios y se deja
orientar por su palabra. Y eso es lo que Jesús propone para su Iglesia.