Domingo 1º de Adviento. Ciclo B . 27 de noviembre de 2011. Mc 13. 33-37

Adviento: 
Tiempo de abrir y cerrar puertas



Los porteros de los edificios suelen ser personas populares. Conocidos por todos son el primer rostro que uno ve al entrar en un edificio. Y el último que despide también.
- Los buenos porteros son los que cultivan el arte de la buena recepción. Te reciben con una sonrisa y con amabilidad, pero sabiendo también mantener una distancia que habla de la importancia y el valor del edificio que custodian.
- Los buenos porteros intuyen la situación de la persona que se acerca y adivinan sus intenciones. Si perciben algún peligro se ponen alerta. Si entreven que vas con prisa, dan un saludo sin entretenerte. Si piensan que no tienes tanta prisa, intentan iniciar una conversación.
- Los buenos porteros suelen ser tranquilos y muy celosos del recinto que les han encargado. Saben ser discretos cuando la ocasión lo requiere y se atreven a darte un consejo si te ven desorientado. A larga hasta se pueden convertir en uno de los mejores confidentes.
- Su tarea es muy importante. Son los que tienen la llave que abre y la llave que cierra.


En el evangelio de este primer domingo de Adviento Jesús nos cuenta una historia de porteros. Un hombre rico se va de viaje. Pero en su ausencia las cosas tienen que seguir funcionando. Por eso reparte a sus criados las tareas. A uno le encarga la portería y le pide que permanezca velando. Que esté atento a lo que sucede. Y precisamente esto es lo que Jesús les pide a sus discípulos. Que velen. Que sean buenos porteros.

Es una buena manera de comenzar el Adviento. En este mundo lleno de actividad y prisa podemos olvidarnos de lo fundamental. Nos podemos olvidar de charlar con aquel con quien siempre nos resultaba difícil hablar; de salir al paso de aquel a quien casi siempre esquivamos; de sacar tiempo para adecentar el portal de nuestra casa y limpiar el polvo y las telarañas acumuladas. En definitiva de hacer de porteros…

Los porteros son los que abren las puertas. La imagen de una puerta abierta está llena de significado. Una puerta se abre y nos muestra una entrada acogedora en la que las personas encuentran un hogar. La puerta abierta es una imagen de acogida, de bienvenida, de sinceridad.

Los porteros son los que cierran puertas. La puerta que se cierra también es una imagen en nuestra vida. Una puerta que se cierra es una invitación a empezar de nuevo, a comenzar a caminar, a salir a la vida…

El Adviento es un tiempo para abrir y cerrar puertas. En este domingo nos tenemos que preguntar ¿a qué y a quienes tengo que abrir la puerta? ¿qué puertas tengo que cerrar definitivamente en mi vida?