La imagen de la amistad
La amistad es una de las cosas que más satisfacción aporta a nuestra
existencia humana. Los amigos son un gran apoyo sobre el que nos impulsamos
cada día y sobre los que nos levantamos de nuestros errores y caídas. Los
amigos son el refugio al que acudimos a buscar protección, consuelo y consejo.
Son también quienes saben decirnos palabras que nos despiertan de nuestras
ensoñaciones y que nos corrigen cuando equivocamos el rumbo.
La amistad es un vínculo que cuando es verdadero permanece sobre el paso
del tiempo uniendo la vida de dos personas. No sé si en nuestra cultura de
cambios y movimientos hay todavía vínculos que permanezcan durante mucho
tiempo. Pero si los hay lo son de los amigos de verdad.
Jesucristo nos ofrece su amistad. Un vínculo que no lo es para algún
tiempo, algunas semanas o meses. Es una amistad para siempre y para toda la
eternidad. Esta amistad puede ser tan estrecha que no pasemos un día sin hablar
con él.
Todo esto es lo que Jesús nos quiere decir con la imagen de la vid y del
sarmiento. Todos tenemos la libertad de separarnos de Jesús o de permanecer
unidos a Él. Quien se separa no da fruto y quien permanece junto a Jesucristo
hace crecer en su persona frutos que alcanzan hasta la eternidad.