4º Domingo de Adviento. Ciclo A. 19 de diciembre de 2010. HoLmilía

Las cosas no son lo que parecen
Los sucesos en torno a la navidad de Jesús son bastante extraños, tal y como los cuentan en el evangelio. Lo que cuentan en el evangelio de este domingo también. José, prometido de María, se entera que está embarazada. Pudiendo romper su compromiso con esta mujer, la acoge en su casa después de recibir el mensaje de un ángel en un sueño.

Me parece que nuestro mundo está muy necesitado de actitudes como las de José. No rompe por lo sano al primer momento y dejándose llevar por la primera impresión. José alberga la posibilidad que las cosas no siempre son lo que parecen. José acoge a María. Su acogida es una ejemplo de humanidad y humanitarismo. De tolerancia y apertura al misterio de la otra persona. Lo dicho, en un mundo en ocasiones tan deshumanizado el gesto de José es un estandarte de apertura a lo diferente, a lo que cambia y rompe nuestros cálculos. Es el reconocimiento que cada ser humano es un misterio a respetar. Bendito reconocimiento en un mundo en el que a menudo se rompe el misterio del otro con imposiciones dogmáticas.

En José aprendemos que Dios rompe el círculo de nuestras pequeñas convenciones, convicciones y prejuicios. Que recibir a Jesús es traspasar el ámbito de lo demasiado conocido, de las costumbres hechas. Dios viene en lo nuevo y lo inesperado.

No hay comentarios: