HOMILÍA 13 DOMINGO TIEMPO ORDINARIO. CICLO C. 30 DE JUNIO 2019


La novedad del evangelio


En la vida humana son importantes las despedidas. Suelen formar ritos de transición en los que se visibiliza el paso de una situación vital a otra. La despedida establece una continuidad, o al menos relación, entre un modo de vida anterior y uno nuevo que comienza. Esa relación es importante para establecer un hilo continuo en la propia biografía.

En el evangelio de este domingo Jesús parece prohibir a sus discípulos las despedidas. A aquel que se ha decidido por seguir a Jesús formando parte de su grupo, el maestro le cierra el paso a una posible despedida de los suyos. Ni siquiera en el caso del fallecimiento de un padre es posible la despedida. Todo ello va acompañado de la frase "las zorras tiene madrigueras y los pájaros nidos pero el hijo del hombre no tiene lugar para el descanso". Una sentencia en la que se afirma una condición de peregrino errante como actitud del discípulo de Jesús.

Me parece que todas estas palabras del evangelio de este domingo, que en un primer momento nos llenan de desconcierto, están dirigidas a subrayar el carácter novedoso de la propuesta de Jesús. El evangelio representa una novedad tan grande que desborda el marco de lo conocido y de lo imaginable. Por eso, quien se decide por esta novedad tiene que estar dispuesto a dejar el marco de lo conocido hasta ahora, de aquello a lo que nos habíamos habituado. Solamente accede al evangelio y a una relación viva con Jesús quien está dispuesto a pensar de nuevo las cosas, a no estar tan pendiente del pasado con sus costumbres y tradiciones.

En definitiva la novedad del evangelio es tan grande que no hay posibilidad de establecer continuidad con lo anterior. La vida cristiana hay que entenderla de verdad como un "nuevo nacimiento" y no solo como una regeneración o renovación de una vida anterior. 

Las palabras de Jesús son una invitación a desarrollar una actitud como creyentes, una actitud espiritual: la de estar siempre pensando de nuevo las cosas, la de ponerse en camino una y otra vez, la de dejarse sorprender cada día por sentidos de la Palabra de Dios que hasta ahora no habíamos pensado. Puede parecer exigente, y hasta un poco cansino, esta llamada al movimiento. Pero es el camino del progreso espiritual y del desarrollo personal.

Con este comentario, os anuncio que tras años de interrupción, retomo la publicación del comentario del evangelio del domingo en el blog. Un saludo a todos.