No es habitual en este blog comentar la actualidad política. Si lo hago en esta ocasión es porque la declaración de un político desborda lo político para presentar una actitud peligrosa. El alcalde de la ciudad española de Valladolid se refería a la nueva ley de protección de los no-fumadores que impide el ejercicio del fumeteo en todo lugar público. Comentaba unas indicaciones de la ministra de sanidad pidiendo a la población que denunciaran a quien incumpliera esa ley. Entonces el bueno de este alcalde decía que "la delación recuerda otros momentos trágicos de la historia de la humanidad. Y citaba la famosa frase de primero vinieron por los judíos, pero yo no era judío, luego vinieron por los comunistas..Aquí hemos empezado con los fumadores". (Se puede ver la noticia en el enlace)
Comparar la tragedia del nacionalsocialismo con la situación que puede provocar una ley antitabaco es sencillamente una inmoralidad. Hanna Arendt hablaba de la banalización del mal. Es decir, hacer de la crueldad que el ser humano puede realizar sobre otro ser humano resultado de conflictos pequeños y cotidianos. Recurrir a la brutalidad de ese hecho histórico para un divertimento o una comedia de vodeville. No se puede tomar el nombre de determinadas cosas en vano. O lo que es peor recurrir al dolor de tantas víctimas para encender una polémica política más, o una pelea personal con una ministra. La tragedia del nacionalsocialismo no puede ser el recurso fácil para cualquier rabieta. A base de recurrir a ella para cualquier cosa se acaba por banalizar el mal, es decir, que llega a ser tan usado y manido que acabamos de perderle el respeto y nos descuidamos de estar alerta para impedir que vuelva a ocurrir. Por respeto a los millones de víctimas, por respeto a una memoria que tenemos que saber manejar con cuidado para que no se repita, ¡Por favor no banalizemos el mal!, no recurramos a algo tan serio para seguir animando la comedieta barata en la que se está convirtiendo el debate político en España.
No hay comentarios:
Publicar un comentario