Homilía en la fiesta de la Ascensión del Señor. 16 de Mayo 2010. Lc 24, 46-53



Mis raices están en el cielo

"Mis raices están en el cielo". Es una frase de una escritora que leí hace tiempo. Y es cierto. Hay personas que saben que más allá de lo que vemos en primer plano existe una realidad que sin verla sostiene nuestra existencia. En ella nos apoyamos y de ella recibimos fuerzas para levantarnos cuando la vida nos golpea.

El cielo bíblicamente es el lugar donde Dios vive. El cielo no está en las nubes; está allí donde Dios existe. Y como Dios está en nuetro corazón y en la historia, también allí se encuentra el cielo. Hoy celebramos la Ascensión de Jesucristo. Se va allí donde Dios está. Se va a vivir junto a Él y en su gloria.

La Ascensión nos recuerda que el termino de la vida para el ser humano es el lugar donde Dios vive. Ese es nuestro hogar, que nos acoge y nos acompaña durante nuestra existencia. Y en el cual terminamos los días de nuestra vida. Sí definitivamente, nuestras raices están en el cielo.

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