Homilía Solemnidad de la Ascensión. 5 de junio de 2011

Homilía Solemnidad de la Ascensión

El ambiente natural

Un pez no se ahoga en el agua porque es su elemento natural. Un pájaro no cae cuando vuela porque el aire es su elemento natural. Ambos son sostenidos por lo que les rodea y les envuelve, el agua y el aire. Podemos preguntarnos ¿cuál es el elemento natural del ser humano? ¿Qué es lo que nos sostiene en la vida? La respuesta es el amor. El ser humano es llevado y sostenido por el amor. Ese es nuestro elemento natural.

Dios es amor y por eso es el elemento natural de la vida humana. San Pablo decía que en Dios vivimos, nos movemos y existimos. El amor de Dios tiene un nombre y un rostro concreto: Jesucristo. Toda su vida estaba llena de Dios y de su amor.

La Ascensión de Jesucristo a los cielos, que hoy celebramos, pone delante de nuestros ojos que Jesús vivió en Dios. Es lo que sostenía su vida, su ambiente natural. Por eso allí se dirige al terminar su existencia en la historia. Permanece en el ámbito en el que siempre vivió y que no es otro que la intimidad de Dios.

Jesucristo se encuentra junto a Dios y desde allí deja abierto el cielo para todos nosotros. La obra de Jesucristo fue la de romper la frontera que separa el cielo y la tierra abriendo una vía de comunicación entre ambas. En esta fiesta también celebramos que el cielo, la vida de Dios, es nuestro ámbito natural.

El cielo no se encuentra solamente sobre nosotros. También está en nosotros como realidad y tarea. Por eso con la Ascensión comienza la misión de la Iglesia: ir por todo el mundo anunciando el evangelio. O lo que es lo mismo, anunciando que los cielos se encuentran abiertos para nosotros; que ellos nos acogen y pueden inspirar nuestra vida.

La constante cultural del mundo moderno ha sido proclamar que los cielos estaban cerrados. Que no tenía sentido mirar hacia arriba y desatender nuestra tierra. Pero el resultado no ha sido el ser humano libre que se anunciaba. También existe el opio y la tiranía del más acá en el que está envuelta nuestra cultura. La Ascensión nos ayuda a levantar la cabeza hacia un cielo que inspira una nueva libertad.