TAMBIÉN LA LLUVIA


ICIAR BOLLAÍN SE MERECE EL OSCAR

Ojalá que Iciar Bollaín sea galardonada con el Oscar. Se lo merece por su última película, También la lluvia. Y se lo merece por sus otras películas (Te doy mis ojos, Flores de otro mundo...). Su cine es profundamente humano. Llama al compromiso. Combina la crudeza del realismo con la esperanza que despierta la ternura en algunos gestos humanos. Analiza los problemas desde diversas perspectivas, huyendo de toda simplificación y demagogia. Y sobre todo presenta el milagro del encuentro y la relación humana como lo único que puede poner un poco de esperanza y abrir nuevos caminos en la historia.

Su última película, También la lluvia, habla de la conquista de América por los españoles; de la defensa de los indígenas por  Las Casas y Montesinos. Y sobre todo habla de lo que todavía padecen las comunidades indígenas..

De toda la película me quedo con una escena.. En ella se simula una filmación en la que los conquistadores persiguen a los indígenas. Para salvar su vida, las mujeres indígenas deberían ahogar a sus hijos en un río, y de este modo los perseguidores y sus perros se entretenirían con los cadáveres de los pequeños, dando tiempo a la huida. Cuando se roda la escena, las mujeres indígenas elegidas como extras, se niegan a hacer lo que el director les pide. Ni siquiera en ficción son capaces de imaginar que asesinarían a sus hijos. Todo un canto a la vida y una reflexión sobre los límites éticos en las filmaciones. Realmente hay cosas a las que ni en la ficción debieramos darles realidad.

Id a verla, ya me contaréis.


Homilía fiesta de la epifanía. 6 de enero de 2011

La luz brilla para todos

Nos podemos imaginar la escena. La familia se encuentra reunida junto al árbol de navidad. Comienzan a abrirse los paquetes. El de papá y mamá es un paquete muy bien envuelto. Cuando se abre aparece un precioso portaretratos de plata. El hijo pequeño exclama ¡Qué bonito papá! ¿Pero dónde esta la foto?

La navidad es un hermoso marco que enternece y alegra, ¿pero dónde está la foto? Nos lo dice el apóstol. "Jesucristo es la imagen de Dios invisible". Todo el marco de la Navidad está pensando para que nos encontremos con la imagen de Dios en medio de nosotros. Para que Jesucristo nazca en nuestra vida.

Cada creyente es un portaretratos, particular, diferente a otros, en el que Jesucristo quiere brillar. Nos ha elegido a ti y a mi para que llevemos su presencia en el mundo. 

Este es el significado de la fiesta de la epifanía. Jesús brilla para todo ser humano. No sólo para los de cerca, también para los de lejos. No sólo para los conocidos, también para los extraños. Nuestra vocación y tarea es llevar la luz de Dios a todo el que se nos acerca.

Los reyes de oriente, aquellos que trajeron al niño oro, incienso y mirra, simbolizan con estos regalos lo que significa Jesús.

El oro es el símbolo de la realeza y la riqueza. Jesucristo es el rey y la riqueza que Dios nos da.

El incienso es un símbolo sacerdotal. Nos dice que Jesucristo es el único sacerdote. El único mediador entre Dios y el ser humano.

La mirra era un producto muy apreciado en la antigüedad para elaborar perfumes, medicinas y ungüentos. Se utilizaba para embalsamar a los muertos. Con la mirra se simboliza que Jesús comparte nuestra debilidad, enfermedad y muerte. Jesucristo es la fuerza de Dios en nuestra vida.

FELICES REYES A TODOS. QUE TENGÁIS EL MEJOR REGALO: LA ALEGRÍA DE SENTIROS ACOGIDOS POR DIOS.

LA BANALIZACIÓN DEL MAL




El alcalde de Valladolid y la inmoralidad de una impostura moral

No es habitual en este blog comentar la actualidad política. Si lo hago en esta ocasión es porque la declaración de un político desborda lo político para presentar una actitud peligrosa. El alcalde de la ciudad española de Valladolid se refería a la nueva ley de protección de los no-fumadores que impide el ejercicio del fumeteo en todo lugar público. Comentaba unas indicaciones de la ministra de sanidad pidiendo a la población que denunciaran a quien incumpliera esa ley. Entonces el bueno de este alcalde decía que "la delación recuerda otros momentos trágicos de la historia de la humanidad. Y citaba la famosa frase de primero vinieron por los judíos, pero yo no era judío, luego vinieron por los comunistas..Aquí hemos empezado con los fumadores". (Se puede ver la noticia en el enlace)

Comparar la tragedia del nacionalsocialismo con la situación que puede provocar una ley antitabaco es sencillamente una inmoralidad. Hanna Arendt hablaba de la banalización del mal. Es decir, hacer de la crueldad que el ser humano puede realizar sobre otro ser humano resultado de conflictos pequeños y cotidianos. Recurrir a la brutalidad de ese hecho histórico para un divertimento o una comedia de vodeville. No se puede tomar el nombre de determinadas cosas en vano. O lo que es peor recurrir al dolor de tantas víctimas para encender una polémica política más, o una pelea personal con una ministra. La tragedia del nacionalsocialismo no puede ser el recurso fácil para cualquier rabieta. A base de recurrir a ella para cualquier cosa se acaba por banalizar el mal, es decir, que llega a ser tan usado y manido que acabamos de perderle el respeto y nos descuidamos de estar alerta para impedir que vuelva a ocurrir. Por respeto a los millones de víctimas, por respeto a una memoria que tenemos que saber manejar con cuidado para que no se repita, ¡Por favor no banalizemos el mal!, no recurramos a algo tan serio para seguir animando la comedieta barata en la que se está convirtiendo el debate político en España.