Homilía fiesta de la epifanía. 6 de enero de 2011

La luz brilla para todos

Nos podemos imaginar la escena. La familia se encuentra reunida junto al árbol de navidad. Comienzan a abrirse los paquetes. El de papá y mamá es un paquete muy bien envuelto. Cuando se abre aparece un precioso portaretratos de plata. El hijo pequeño exclama ¡Qué bonito papá! ¿Pero dónde esta la foto?

La navidad es un hermoso marco que enternece y alegra, ¿pero dónde está la foto? Nos lo dice el apóstol. "Jesucristo es la imagen de Dios invisible". Todo el marco de la Navidad está pensando para que nos encontremos con la imagen de Dios en medio de nosotros. Para que Jesucristo nazca en nuestra vida.

Cada creyente es un portaretratos, particular, diferente a otros, en el que Jesucristo quiere brillar. Nos ha elegido a ti y a mi para que llevemos su presencia en el mundo. 

Este es el significado de la fiesta de la epifanía. Jesús brilla para todo ser humano. No sólo para los de cerca, también para los de lejos. No sólo para los conocidos, también para los extraños. Nuestra vocación y tarea es llevar la luz de Dios a todo el que se nos acerca.

Los reyes de oriente, aquellos que trajeron al niño oro, incienso y mirra, simbolizan con estos regalos lo que significa Jesús.

El oro es el símbolo de la realeza y la riqueza. Jesucristo es el rey y la riqueza que Dios nos da.

El incienso es un símbolo sacerdotal. Nos dice que Jesucristo es el único sacerdote. El único mediador entre Dios y el ser humano.

La mirra era un producto muy apreciado en la antigüedad para elaborar perfumes, medicinas y ungüentos. Se utilizaba para embalsamar a los muertos. Con la mirra se simboliza que Jesús comparte nuestra debilidad, enfermedad y muerte. Jesucristo es la fuerza de Dios en nuestra vida.

FELICES REYES A TODOS. QUE TENGÁIS EL MEJOR REGALO: LA ALEGRÍA DE SENTIROS ACOGIDOS POR DIOS.

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