Homilía 1 de Enero (Fiesta de Santa María)

A TODOS LOS QUE SEGUÍS ESTE BLOG, MI DESEO Y ORACIÓN PARA QUE TENGÁIS UN AÑO 2012 LLENO DE ALEGRÍA, PAZ Y BIENES

No olvides lo mejor


El final y el comienzo de un nuevo año hace que todos nos preguntemos de alguna manera por la marcha de nuestra vida. Por la dirección que damos a nuestra existencia y a la de la sociedad en la que vivimos. Tiene orientada la existencia quien se ha encontrado con un fin, con un objetivo.

De los objetivos para nuestra vida se habla en la narración siguiente:

Una mujer caminaba hacia su casa por el bosque. Caminaba con su pequeño al que sujetaba a su espalda con un gran pañuelo. La mujer era muy pobre y como todas las tardes pensaba cómo se las arreglaría para preparar algo de cena. De repente junto al camino vio una cueva con una puerta entreabierta. Se asomó para ver lo que allí se guardaba y asombrada se topó con un baúl con un gran tesoro. Con una parte pequeña de ese tesoro se acabaría su pobreza y sus dificultades. De repente una voz sonó en la cueva: “Toma todo lo que puedas llevarte, pero no te olvides de lo mejor”. Para tener libres las manos dejó al niño sobre el suelo y comenzó a recoger piedras preciosas y monedas de oro. La voz le decía: “Solamente tiene cinco minutos de tiempo para coger lo que puedas llevarte. Cuando suene la campana tienes un minuto para salir. Luego se cerrará la puerta. Pero no olvides lo mejor”. La mujer recogió todo lo que pudo en su delantal mientras corría hacia la puerta escuchando la voz que le decía: …No olvides lo mejor. Llegó a la salida de la cueva y la puerta se cerró tras ella. El fresco de la noche le golpeaba su cara que sonreía pensando que al fin su hijo no pasaría más necesidad. De repente algo le apretó el estómago…el niño…se lo había olvidado en la cueva.

La narración tiene un final trágico, pero lo que importa en ella no es el final. Es la frase que se repite: “No olvides lo mejor”. Es una frase para pensar al comienzo de este año. Con frecuencia en la vida, corremos tras cosas que no son importantes, o son secundarias, y nos olvidamos de lo mejor. Por eso al principio de este nuevo año tenemos que hacer propósito de tener siempre ante nuestros ojos las cosas que realmente importan. No perder de vista lo que vale y cuenta de verdad.

En la vida necesitamos ordenar las cosas por orden de importancia. Y los bienes materiales por muy importantes que sean no pueden estar en primer lugar. Ese lugar tiene que estar reservado para los valores que profundizan nuestra humanidad y para las personas que queremos. Lo primero tiene que ser hacer crecer en nuestra persona todo lo que nos humaniza: el bien, la honestidad, la amabilidad, la colaboración con los demás…En el primer lugar de nuestras preocupaciones tiene que estar todas las personas que queremos.

Y también Dios tiene que estar presente en nuestras vidas. El mensaje de la Navidad. El mensaje de este primer día del año, fiesta de Santa María, es que no debemos olvidar al niño- Dios. De María se dice en el evangelio de hoy que guardaba todas estas cosas en el corazón. Ella no olvidaba lo mejor, lo más importante: la relación con Jesús. No podemos olvidar crecer en la fe, fortalecer nuestra relación con Dios.

En algunas versiones la narración tiene un final feliz.

La mujer envuelta en llanto se dirigió a la Virgen María, madre entre las madres, y ella abrió 
de nuevo la puerta de la cueva, para que corriendo la mujer recuperara su hijo.

En esta fiesta de Santa María vamos a pedirle que nos ayude a recuperar todo lo bueno de nuestra vida, y que quizás se haya ido alejando de nuestros intereses a lo largo del año.