Homilía II Domingo de Navidad. 2 enero 2011

LAS PALABRAS TOCAN

Las palabras tocan. Todos lo sabemos porque alguna vez nos hemos sentido tocados por alguna palabra. Algunas palabras tocan nuestro interior para fortalecernos, otras nos acarician, otras nos hieren. El poeta Paul Celan decía que sus versos eran apretones de manos que dirigía a toda la humanidad. Sus versos tenían esta voluntad de tocar.

En el evangelio de este domingo escuchamos ese canto a la palabra que es el prologo del evangelio de S.Juan. Que Dios se encarne y se relacione con nosotros a través de la palabra no es cosa si consecuencias. La primera de ellas. Dios se comunica con nosotros desde la libertad. La palabra es el medio de la libertad. Si Dios se comunica por la palabra es para respetar nuestra libertad.

Dios se hace palabra para tocarnos. Para comunitarios su vida en nuestro interior. Esta comunicación ni nos avasalla, ni nos domina, ni anula nuestra libertad. Es un rumor que inspira lo mejor de nuestro ser. Solo tenemos que dejarnos tocar por esa palabra. Y aprender a usar nosotros las palabras. Para levantar y animar. Para construir y sostener a otros.

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